06 May
06May

        

         La música andalusí (también llamada arábigo-andaluza), es un estilo de música árabe, que se dio en Al-Ándalus entre los siglos IX y XV.

      En la actualidad se da en varios países del norte de África. Se asocia sobre todo con Marruecos, en donde recibe el nombre de al-Âla, aunque también se encuentra en la tradición de Argelia (en donde recibe el nombre de Gharnâtî, San'a, Ma'luf. dependiendo de la ciudad), en Túnez y en Libia (más conocida como Ma'luf).

      En los momentos de auge del Califato de Córdoba y de los reinos de Taifas, existió un gran influencia musical y cultural entre la música de la España cristiana y la musulmana a través de músicos musulmanes, judíos y cristianos que convivían en muchas ciudades (Toledo, Córdoba, Sevilla, Granada, Zaragoza…).

      El florecimiento poético-musical de Al-Ándalus llega a su cima en la forma de nuba (Nawba).

      Se cree que el principal creador de este género fue Ziryab, un músico, poeta y teórico de finales del siglo IX que está considerado como la figura más importante de la música andalusí. Nacido en Bagdad (Persia), llegó al Califato de Córdoba y fue el más célebre del occidente árabe.

      Su nombre viene a significar “mirlo”, apodo que le fue puesto por su color moreno y la dulzura de su voz.


     En Córdoba fundó una escuela musical, creando el laúd, que posteriormente se implanta tanto en la España cristiana como en el Norte de África, y creando la primitiva estructura de la nuba (Nawba) y componiendo una gran cantidad de piezas y escribiendo obras teóricas musicales.


     Posteriormente, el poeta, compositor y filósofo Ibn Bajjah de Zaragoza en el siglo XII, dio un nuevo impulso al estilo de Ziryab tomando elementos de la música medieval hispana para producir un estilo totalmente nuevo que se expandió por la península ibérica y el África del Norte.


    Las nubas han llegado hasta nosotros hoy día por tradición oral, cantadas por grupos musicales de generación en generación, pero también gracias a la recopilación de los cancioneros.

                                  LAS NUBAS ANDALUSÍES

     Nuba o Nawba significa “turno”.

     Cada nuba estaba compuesta en un modo o escala musical. A cada modo se le atribuye una distinta influencia sobre los estados de ánimo siendo destinados para ser interpretados en distintas horas del día. Por eso, se dice que existían 24 nubas, cada una relacionada con una hora del día.

      De todas ellas, en Argelia sólo se conservan 16 nubas y en Marruecos 11, las cuales, todas juntas constituyen 25 modos   (o escalas) andalusíes.
  
      Las letras son cantadas por un solista o al unísono por un coro, y se eligen a partir de las formas poéticas muwashshah o zajal (moaxajas o zéjel). Poemas que ya hemos visto en la actividad anterior, al tratar las moaxajas y las jarchas.



     Incluye varias partes instrumentales con otras en las que predomina el canto solista o a coro.

 

         

                                LOS CANCIONEROS O KUNNAS

       Este legado musical se ha conservado gracias a la tradición oral de poetas y músicos del Magreb de generación en generación, siglo a siglo, pero principalmente, gracias también a los cancioneros o kunnas que han ido recopilando el repertorio de canciones y poemas.

    El más importante es el Kunnas al-Hai’k. Se trata de un manuscrito del siglo XVIII cuyo autor, Muhammad al-Husayn al Ha’ik al-Titwani al-Andalusí, logró recopilar las letras de las canciones de origen andaluz que se oía en su tiempo. Este documento es considerado tanto por el ali, o músico profesional, como por el mulu, o amante de esta música, el repertorio más completo del patrimonio musical andalusí-magrebí. Por ejemplo, trata de los orígenes de las once nubas así como los modos y ritmos en que deben interpretarse.



                                LAS NUBAS EN MARRUECOS

       Cada nuba está dividida en cinco partes llamadas mizan, a cada una de las cuales les corresponde un ritmo.

     Los mizan o 5 ritmos en una nuba se suceden de la siguiente manera:

basît (6/4)
qâ'im wa nusf 
(8/4)
btâyhî 
(8/4)
darj (
4/4)
quddâm 
(3/4 o 6/8)

     Una nuba puede durar entre seis o siete horas aunque, en la actualidad, no se suele tocar la nuba al completo, sino un único mizan.

    Cada mizan comienza con un preludio llamado tûshiya, m'shaliya o bughya, seguido por alrededor de veinte canciones (sana'i). Aunque el número de canciones es variable, siendo organizado para cada sesión musical.

    Los nombres de cada nuba coincide con el modo musical básico sobre la que está compuesta.
 
      Existe una importantísima actividad asociativa, cultural y musical en torno al legado musical andalusí con asociaciones, entidades y festivales a lo largo y ancho de todo el Magreb.

       Las orquestas de música clásica andalusí en Marruecos las hay en ciudades como: Fez, Rabat, Tetuán, Túnez, Tánger, etc.




                                          INSTRUMENTACIÓN

      Las orquestas de música clásica andalusí usan, generalmente, los siguientes instrumentos, aunque en ocasiones se incorporan otros distintos o se emplean sólo algunos de ellos:

   Oud (laúd)
   Darbuka
   Rabab andalusí (rabel)
   Qanún (la cítara)
   Riq (pandereta)
   Bendir (pandero)
  Gaita (dulzaina o chirimía)
  Kemanya (violín)
  Nai o ney (flauta de caña)

                                             El oud (laúd)

                                   El rabab andalusí (rabel)

     La darbuka 

El qanún (la cítara)

Riq (pandereta)

Kemanya (violín)

Bendir (pandero)

Nai o ney (flauta de caña)

Gaita (dulzaina o chirimía)

Escucha ahora esta nuba.

                        https://youtu.be/61Z30xYhScE

       Es la conocida como nuba Garîbat al-Huseyn.
    En esta Nuba podemos escuchar dos poemas, un Sugl y una Moaxaja, cuyas traducciones tienes abajo.

  Escuchamos una voz femenina acompañada por instrumentos o por otras voces, con unos ostinatos rítmicos que dan a la música un movimiento o carácter circular.
   Esta Nuba contiene en total 64 canciones. 

    Sus temas principales son el amor, el dolor del abandono y el vino.

         El modo de esta Nuba fue compuesto por una esclava que tenía el sultán que inventó el modo al-Huseyn, llamada al-Gariba (la extranjera), por estar lejos de su familia y de su país. El sultán estaba enamorado de ella, y por ello el modo fue llamado Garîbat al-Huseyn y así se le llamó a la nuba completa.
  También dice el manuscrito que ha de interpretarse al despertar el alba, y que su melodía y tono imprimen en el corazón de los oyentes la huella de la dulzura y de la compasión, y deja correr las lágrimas en sus ojos

Sugl [Me reprocharon tu amor]

Me reprocharon tu amor éste y aquel,
tú de belleza maravillosa, sol y luna.
Amado mío, no me busques por mi
situación, mi estado te satisface
en la intimidad y ante la gente.

         Moaxaja [Mientras yo ocultaba el amor]

Mientras yo ocultaba el amor, hoy se
ha revelado lo que oculté. Siento que
mi corazoncito se abrasó y he perdido la razón.
Grito ardiendo de pasión: ¡Amado mío!
me consumo. No tengo elección en el
amor, ni sosiego en mi censor. Mira
cómo he palidecido, y no es lo que
digo como verlo con tus propios ojos.

  Escucha ahora un ejemplo de esta misma nuba, pero interpretada ahora por otro conjunto con una mezcla de instrumentos actuales (Violín, viola, contrabajo, guitarra flamenca) y los tradicionales andalusíes (darbuka, Quanun, Tar, Nay o Oud).


     Fíjate que de nuevo encontramos las mismas estructuras típicas: una introducción o preludio instrumental, presencia de la voz sobre una base rítmica y diálogo con pasajes instrumentales o acompañamientos a coro.


     El carácter rítmico es, esta vez, más animado que en la anterior audición.

                        https://youtu.be/39TKyDjrt64

    Espero que os haya aportado algo más sobre este maravilloso legado. 

  Nos vemos en el siguiente post.

 

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.