11 Apr
11Apr

    Hola a todos. Hoy dedico este post a otra de las culturas, y por tanto de las músicas, que forman parte del mestizaje y del rico universo musical de Marruecos, la judeoespañola o sefardí.

  Se cree que la presencia hebrea en el país se remonta a poco después de la destrucción del segundo templo de Salomón, acontecida en el 70 d.C, bajo el mandato del emperador Tito. Tras aquel episodio traumático, se vivió una gran diáspora que pudo provocar la llegada de los primeros hebreos a los confines occidentales del mundo conocido, como la Península Ibérica y las tierras del norte de África: la provincia Mauritania Tingitana.  

 Tras el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos, que obligaba a los judíos españoles a huir o convertirse, Fez y otras ciudades del territorio actual de Marruecos (Alcazarquivir, Marrakech, Tánger, Larache, Tetuán) recibieron en 1492 una de las grandes oleadas de judíos de su historia. Las ciudades del norte de África se convirtieron así en el nuevo hogar de miles de sefardíes, aunque los comienzos no fueron fáciles ni mucho menos, con reticencias incluso de los judíos locales, lo que llevó a mucho a regresar a la Península Ibérica y convertirse al cristianismo. Pero los que se quedaron, que fueron la gran mayoría, echaron profundas raíces, como se puede apreciar en la actualidad, pues estas ciudades son aún hoy los lugares de residencia de muchos judíos en Marruecos.

     

 Dentro de la comunidad de judíos en Marruecos hay variedad de orígenes, algo que se manifiesta por ejemplo en la lengua de comunicación empleada. Muchos son los que emplean el judeoárabe, que es la variedad usada también en otros países arabófonos, con la originalidad de que aquí utilizan el alefato (alfabeto) hebreo. En cambio, en el norte del país donde muchos judíos son de origen sefardí, emplean aún hoy el haketía, que es precisamente un dialecto del judeoespañol o ladino, y que tiene un sorprendente parecido con el castellano actual. No obstante, por encima de todos ellos, el francés ha gozado siempre de prestigio y aceptación como lengua de uso.  

    La música sefardí gira especialmente en torno al repertorio musical del ciclo de la vida que está articulado con aquellas ceremonias que jalonan la vida del hombre y marcan, con claros ritos de tránsito, los cambios en su vida (su estatuto o estado) y su pertenencia a la comunidad. Cada rito tiene sus propias canciones, que pueden pertenecer a los tres géneros poético-musicales del repertorio sefardí (en su mayoría canciones líricas y coplas).    

    Cada rito del ciclo de la vida tiene su ceremonia religiosa, con su correspondiente repertorio litúrgico, cantado en hebreo, la lengua santa (leson ha'qodes), pero en la casa, o en los sitios de los festejos, se recurre a las canciones en judeoespañol, accesible a todos y por todos comprendido, conformando, para cada ceremonia, un repertorio paralitúrgico sefardí.    

   En general las canciones del ciclo de la vida son ejecutadas en las fiestas que acompañan las distintas ceremonias. En su mayoría pertenecen estas canciones al repertorio femenino, en especial porque en algunas ceremonias, como por ejemplo el baño de la novia, sólo las mujeres están presentes, y obviamente, son solamente ellas quienes cantan. En las fiestas, también los hombres cantan, pero aun entonces lo hacen siguiendo a alguna de las mujeres que llevan la voz cantante. Mujeres que son muy apreciadas por su buena voz y por su conocimiento de las canciones específicas participan en las ceremonias como cantantes semiprofesionales.  

    En la fiesta que acompañaba las bodas se cantaban canciones que evidencian la preocupación por la recepción del ajuar. En todos los países con presencia sefardí se conocen canciones de ajuar (en Marruecos) o ajugar (en Oriente). He aquí un ejemplo de una de Larache.  

 Ajuare nuevo                                      

delantre vo lo pondre,                                

suegra y cuñada                                           

 no tengáis que decir:                                   

la nuestra novia todo lo veló al candil. 

  En cuanto a los instrumentos, la música judía comparte con la árabe muchos de sus instrumentos. Destaca la presencia de la guitarra en sus interpretaciones, de evidente origen español. También conservan el uso del salterio y del qanum, otra variedad del anterior de origen oriental y también presente en la música árabe tradicional.

 Escucha en este video una de esas canciones de boda sefardíes cantadas en Marruecos.  

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  Nos vemos en el siguiente post. 

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